El caso de Jean-Claude Romand, matar para preservar su mentira

 

Un hombre mintió acerca de su graduación en la universidad. Llevó acabo una elaborada mentira hasta el punto que todos los que le conocían pensaban que era un doctor en medicina. La mentira duró 18 años, hasta que mató a toda su familia para evitar que la verdad fuera revelada.
Este hombre se llama Jean-Claude Romand. Su familia y amigos pensaron que era un profesional médico exitoso e investigador en la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se las arregló para dar la impresión de que era un experto en arteriosclerosis y que tenía contactos con figuras políticas.
En realidad, se pasaba el día vagando de un lado para el otro y utilizó los servicios de información gratuitos de la OMS. Periódicamente se iba a un supuesto viaje de trabajo, pero sólo viajaba al aeropuerto y pasaba un par de días en una habitación de hotel. En esa habitación estudiaba revistas médicas y una guía de viaje de Suiza, el país donde todo el mundo creía que trabajaba.
Romand vivía del dinero que su esposa y él habían logrado con la venta de un apartamento, del sueldo de su mujer y de las sumas de dinero que le dieron diversos familiares. Les ofrecía inversiones garantizadas en imaginarios fondos de inversión y empresas extranjeras.

 

El 9 de enero de 1993, Romand compró una pistola y unos botes de gas. Esa noche, golpeó a su esposa hasta la muerte en su cama de matrimonio con un rodillo. A la mañana siguiente, les dio el desayuno y vio con ellos los dibujos animados. A la noche los acostó y una vez que se habían quedado dormidos, les disparó un tiro en la cabeza.
Después de los asesinatos, las únicas personas que podían descubrir su mentira eran sus padres y su ex-amante, la cual quería que le devolviera 900.000 francos que ella le había prestado como un favor.
A la mañana siguiente, Romand fue a la casa de sus padres, donde se reunió con ellos para comer juntos. Inmediatamente después de la comida disparó varias veces a los dos y al perro de la familia.
Esa noche se reunió con su ex amante para supuestamente irse a cenar juntos. Cuando se trasladaban al restaurante, fingió que se le había averiado el coche, la hizo salir del mismo e intentó estrangularla con una cuerda mientras le rociaba la cara con gas lacrimógeno. Ella se defendió y logró huir. Romand regresó a su casa familiar, en la cual todavía estaban los cuerpos muertos de su esposa e hijos.
Se sentó y vio la televisión. Después roció la casa de gasolina y le prendió fuego tras tomar una sobredosis de pastillas para dormir y de este modo crear la apariencia de un suicidio previsto. La veracidad real de este intento de suicidio está todavía en duda ya que las pastillas eran de efecto retardado y él tenía acceso a barbitúricos más efectivos. Además, la forma en que se inició el incendio y el momento de su toma de las pastillas hicieron que su rescate fuera inevitable.
Él sobrevivió a las llamas, pero se negó a hablar con la policía durante el posterior interrogatorio. Se creía inicialmente que estaba demasiado traumatizado como para hablar.

Consecuencias

El juicio de Romand comenzó el 25 de junio de 1996. El 06 de julio de 1996, Romand fue condenado a cadena perpetua. Romand tiene fama de sufrir de trastorno narcisista de la personalidad. 

fuente:
http://www.recursosdeautoayuda.com/2013/06/el-caso-de-jean-claude-romand-matar-para-preservar-su-mentira.html

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